Son omnipresentes en los Estados Unidos, en teatros, estadios y en restaurantes Tex-Mex. Pero la versión original de este snack tiene sus raíces profundas en la frontera mexicana y en la cocina casera. El título del que se enorgullece el pueblo fronterizo de Piedras Negras en Coahuila, México, es el de “cuna de nachos”, uno de los antojitos más populares en Estados Unidos. 

La feria de los nachos

Fuera de esa zona, sin embargo, esta hazaña no es muy conocida, lo que ha sido durante mucho tiempo motivo de frustración para la gente de Piedras, como llaman cariñosamente los lugareños a su ciudad. Estaban tan orgullosos de su invento que en 1995 organizaron y celebraron cada año el Festival Internacional Nacho.

Enrique Perrett, un amigo mío que nació en una ciudad de unos 165.000 habitantes, dijo: “El origen de Nacho es una historia que escuché de tu madre desde que era niño. “Después de mudarme de Piedras a la Ciudad de México, solía hacer alarde de esta distinción, hasta que me di cuenta de que a nadie le gustaba o sospechaba que los nachos se originaban en Piedras o en cualquier otro lugar de México”.

Hasta hace poco, me contaba entre los infieles. Nací en la Ciudad de México y la primera vez que comí nachos fue cuando también fui al cine por primera vez en Estados Unidos, durante una visita familiar con mis padres en los años 80.

Tengo sentimientos encontrados: emoción mientras esperamos en la fila rodeados de llamativos letreros de moda y pedimos nachos. Es cuestionable cómo la canasta de papas fritas se llena con un tazón de vidrio caliente iluminado por focos naranjas, y la salsa amarilla gotea de mala gana de una bomba gigante. Dudoso al probar tortillas grandes y sabrosas cubiertas con salsa de crema y muy pocos pepinillos jalapeños. Me los comí todos, pero no tuve tiempo de pedir más jalapeños, así que tuve suficiente para cada bocado.

Años después, cuando ya estaba viviendo en los Estados Unidos y siendo madre de tres hijos, encontré nachos en los patios de recreo, donde siempre los comía con salchicha. Tengo la impresión de que los nachos están asociados con el entretenimiento en Estados Unidos. Como otros mexicanos que no nacieron en Piedras, me encanta escuchar que alguien los describa como mexicanos. 

Ahora que han pasado más de dos décadas en los Estados Unidos, empiezo a entender por qué son tan difíciles de clasificar. ¿Mexicano? ¿las Americas? ¿De Texas y Mexico? Los nachos son la distinción límite.

En este lugar, la comida parece atrapada en un espacio en constante movimiento y en constante evolución: no proviene de un lugar u otro, y a pesar de sus orígenes profundos, es difícil reconocerlos. “No es comida Tex-Mex”, me dijo Adán Medrano, un chef y experto en comida del sur de Texas y el noreste de México, una categoría que él define como comida mexicana, “Los nachos originales eran 100% mexicanos y no se parecían en nada a ellos. Quiero decir, ¡suficiente de todo ese queso! ¿Qué pasó con el queso?

Todos los nachos que he comido, incluso los que se sirven en capas en los restaurantes Tex-Mex de San Antonio, no fueron los únicos ni los nachos originales y si se quieren disfrutar de este platillo nosotros sabemos que los nachos de chili ‘s es una excelente opción.