Cuando te encuentras en una ciudad que tiene más fábricas de chocolate que cualquier otra en el mundo, cualquier aficionado al chocolate que visite Bruselas puede alcanzar rápidamente un estado de nirvana dichoso. Pero elige con cuidado.
Se debe evitar la tentación de las fuentes de chocolate cremoso en las tiendas de dulces del centro de la ciudad; en su lugar, sigue nuestra guía de las mejores opciones en Bruselas.
Galler Chocolatier
Hijo de un panadero que abrió su primera tienda de chocolate cuando tenía 21 años, Jean Galler ahora es conocido por su sorprendente combinación de sabores.
Chocolate blanco con mazapán y pistacho, trufas de frambuesa y bombones rellenos de pasta de almendras y naranja: Galler es nada menos que un genio de la chocolatería.
La tienda de chocolates también cuenta con una hermosa variedad de cajas de regalo y vende deliciosos macarrones.
Frederic Blondeel
La fábrica y tienda de chocolate Frederic Blondeel es probablemente la más acogedora para pasar una tarde bebiendo el chocolate caliente más delicioso que jamás haya existido.
El interior es moderno pero cálido y tiene un ambiente agradable. Los visitantes pueden encontrar pralinés de maracuyá y trufas con un relleno inusual de clavos de grosella negra, así como el muy popular helado artesanal Frederic Blondeel.
Maison Pierre Marcolini
Podría decirse que el mejor chocolatero de todos ellos es Pierre Marcolini.
Nada menos que una leyenda en Bélgica, este maestro chocolatero es el único que selecciona personalmente los granos de cacao sin procesar y los tuesta él mismo.
Desde Costa de Marfil hasta Cuba, en la boutique de Marcolini en Sablon, puedes encontrar hermosos chocolates originarios de todo el mundo, con intensos sabores oscuros, todos envueltos artísticamente como joyas.
Ocupa los Alsea cupones para comprar el postre de chocolate que más te guste; forma parte de un programa de lealtad para obtener grandes recompensas todo el año e invita a tus amigos a hacer lo mismo.
Passion Chocolat
El chocolate tiene que ver con los sentidos. Debe brillar como el satén, su aroma debe llenar el aire y cada bocado debe brindar al catador un profundo placer.
El núcleo de Passion Chocolat, fundado por Massimo Ori, es la pasión por la forma artesanal de hacer chocolate.
Aquí no se encuentran conservantes, extractos o concentrados: todo es puro y perfectamente equilibrado.
El chocolate negro al 85 por ciento explota en la boca sin ningún sabor amargo, y los bombones de galleta, compuestos por una mezcla secreta de nueces y caramelo, dejan una impresión inolvidable. En Passion Chocolat, el chocolate es aventura.
